En esta etapa empecé a sentirme emocionada porque en mi mente y en mi corazón ya sabía que estaba entrando en la recta final de mi embarazo ya casi no me faltaba nada y empecé a sentir una ansiedad súper grande por conocer a mi bebe, el saber su tono de vos, verle sus ojitos y que él me mirara, sus manitas y sus piecitos, todo ya aguantaba por tenerlo en mis brazos, pero sabía que todavía me faltaba y que tenía que
seguir cuidándome, porque quería que mi bebe estuviera sanito.
Entrando a los siete meses y medio, empecé a sentir que ya me pesaba mi pancita, y cuando salía ya me cansaba más rápido me dolía la espalda y los pies, pero salir a caminar, estudiar, divertirme con tu familia y amigos es un buen ejercicio tanto para ti como para tu bebe ya que estas aumentando de peso, y un poco de ejercicio y diversión es lo mejor que puedas hacer. Recuerda que siempre tienes que tener una buena alimentación.
Claro en todas las etapas del embarazo siempre hay dificultades y las con que si lidie bastante fue que ya la presión en mi vejiga era más frecuente y ya no soportaba estar mucho tiempo sin ir al baño, pero no te preocupes es normal y cada día que pasa y te acercas a los nueve meses o al nacimiento de tu angelito es más frecuente. Otra molestia que tuve fue la acides en el estómago que persistía casi todo el día y lo más incómodo era poder dormir con esa acides. Pero lo más insoportable fue la hora de ir a dormir, a medida va pasando el tiempo y va creciendo tu pancita ir a dormir se va a convertir en un reto, ya que te puedes sentir sofocada, tú bebe se mueve mucho, te da pataditas y codazos, y a veces tu bebe se siente incómodo de un lado y tienes que moverte, también te levantaras muchas más veces en la noche y lograr tener un sueño profundo puede ser una dificultada muy grande, una recomendación importante es que en el trascurso del día si puedes dormir, duerme todo lo que puedas eso te ayudara a descansar bastante.
Cambios en nuestro bebe
Séptimo mes
El cuerpo de tú bebe toma forma y sus sentidos se afirman: ya abre sus ojos aunque todavía no puede ver, una capa de grasa comienza a sustituirse bajo su piel que pierde su aspecto arrugado.
Durante este trimestre sus necesidades energéticas son mayores. Pero tienes que cuidar tu alimentación en no comer cosas indebidas con falta de vitaminas, calcio, hierro y todo lo que es bueno para tu bebe.
Descubre el sentido del gusto ingiriendo líquido amniótico. Sus intestinos y estomago ya funcionan.
Esta receptivo a su entorno exterior y ya escucha tus conversaciones, los ruidos, la música que escucha, y lo mejor que te escucha a ti y a su papito.
Octavo mes
Tu bebe empieza a adoptar la posición para el parto si esto no fuera así, el ginecólogo podrá intentar darle la vuelta. Dependiendo del momento, el feto puede tragar o regurgitar líquido amniótico por la boca o por los orificios nasales. No se trata de un simple ejercicio de preparación para la alimentación bucal: el líquido ingerido circula por todo el tubo digestivo estimulándolo, y algunos de sus componentes contribuyen al
desarrollo de los pulmones. El feto orina mucho, de forma proporcional a la cantidad de líquido amniótico que ingiere.
El futuro bebé también se arregla: una fina capa de grasa suaviza su piel y el vello es sustituido por una capa protectora, el unto sebáceo o vérnix caseoso, que a su vez desaparecerá al día siguiente del parto.
Los huesos siguen alargándose y adquieren consistencia. Hacia el final del octavo mes, el futuro bebé ya pesa 2,5 kg y mide 47 cm. aproximadamente.
Noveno mes
quedan entre los huesos, no se cerrarán hasta unos meses después del nacimiento.
Ganar fuerzas, aumentar de peso y crecer: éstas serán las principales actividades del futuro bebé durante las dos últimas semanas. Prácticamente no puede moverse, y lo más probable es que salir al exterior sea un alivio. Al final del noveno mes el feto suele medir unos 50 cm y pesa unos 3 kg.
Ya falta poco para el parto, y será el futuro bebé quien determine cuál será el día.
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